La originalidad y la intención de Ortega no están en la primera parte de la frase, la anterior a la coma, sino en la posterior a esa coma. De hecho, yo soy yo y mi circunstancia, que es una referencia al Ideen de Husserl, publicado meses antes (Ich bin ich und meine Umwelt), puede ser una sentencia disculpatoria: yo soy yo pero, claro, está también mi circunstancia... Sin embargo, la frase completa de nuestro pensador nos obliga a la acción y nos hace responsables del resultado. Qué es qué Ésta es una nueva sección que trata de responder a las consultas de los lectores, formuladas por ejemplo en mensajes a [email protected], sobre el significado de expresiones utilizadas. Independientemente de que dichas consultas sean atendidas cuanto antes por el mismo conducto, parece útil publicarlas. Ahora bien, cualquier precisión a estas respuestas será bienvenida; porque recuerde: lo que sabemos todos no lo sabe nadie. Por ejemplo, el cuerpo humano es un sistema. Cada parte funciona en función de las demás. En él, los “sistemas” digestivo, nervioso, linfático, etc., son subsistemas. Y el todo es, evidentemente, más que la suma de las partes. ¡Como que incluye la vida! Pensemos en sus ins y sus outs: respiramos, nos alimentamos (especialmente de conocimientos) y producimos trabajo, amor, y algunos residuos depurativos. Pues supongamos que Juan ha contraído una enfermedad que le ha encontrado “bajo de defensas”. Es decir, el bacilo o el virus ha encontrado su sistema con algún resquicio o debilidad y ha dicho “ésta es la mía”. Sí, se le darán a Juan medicinas específicas, pero lo principal será tratar el problema sistémicamente. Mejorando su estado general, reconstituyéndole, cambiando alguno de sus hábitos. Reconstituyendo el sistema, a Juan en general; incluido su estado de ánimo. La familia es un sistema. Con motivo de la crisis, se comprueba que sobre todo jóvenes que ya se creían muy independientes, sólo pueden de momento “ser viables” en el seno de la familia. Y “llevándose bien”; funcionando bien el sistema, claro Las máquinas, las fábricas, las empresas de todo tipo son sistemas, y a la vez subsistemas de un ramo que, como su propio nombre indica, forma parte a su vez del sistema, árbol, que es la economía nacional; y ésta también es subsistema de un bosque, que es la europea; y ésta, a su vez, de la economía internacional. ¿Se le ocurre a alguien, hoy día, no lubricar una máquina, o tratar los problemas de una empresa, o de un ramo, de un modo que no sea sistémico? Pues sí, al menos de una forma que muchas veces no es suficientemente, conscientemente, sistémica. Me preocupa cómo los gobiernos de España tratan el Turismo, por ejemplo. De ahí la importancia de la consciencia de sistema. Y las “burbujas” son precisamente inflaciones, desmesuramientos no sistémicos, de algún subsistema; como si alguien tuviera una infección en un brazo, un tumor quizá, que le produjera hinchazón, y presumiera de bíceps de atleta. Un caso muy gráfico de sistema es una orquesta sinfónica. La labor del director es conseguir que lo sea y produzca algo que sea muchísimo más que la suma de los músicos y los diferentes instrumentos. Pero la de cada instrumentista es dominar el suyo; la del concertino cuidar del buen entendimiento, etc. Y la del director del auditorio conseguir que funcione la publicidad, la calefacción y otra serie de cosas; y que se vendan las entradas. El ejemplo “orquesta” nos hace comprender también el papel del tempo, las oportunidades, etc., en el funcionamiento de los sistemas. Y las debilidades y fortalezas. Y el mercado, el entorno; la circunstancia. Algo irreparable, como una muy discordante salida de tono de un músico despistado, un corte en una arteria o una vena primordial, una burbuja no corregida a tiempo, es, pues un crítico fallo sistémico. Pensar en términos sistémicos, no sólo ayuda a comprender lo que pasa, cómo pasa, por qué, para qué, etc. Sino, además, a corregirlo, y a situar y proteger los diferentes elementos del modo más conveniente. JP
Primera Página Retrovisiones Este primer día del año 13 del Siglo Crítico es, además, martes. Pero no hay que preocuparse. Además, ya sabemos que en otros países es el viernes el día de la semana que chirría con el 13. De modo que, como si fuera cualquier otro día de cualquier otro año de cualquier otro siglo, hay que aprovechar que es festivo y, reconfortados por el concierto de año nuevo desde la Musikverein, disponernos a seguir aprendiendo, con el Proyecto Personal Inmediato de cada uno en pendiente rojo. No importa la edad, el sexo, si se tiene o no un puesto de trabajo, si se es poco o muy autónomo, emprendedor o intraemprendedor (desde dentro de una empresa). Porque… Un ejemplo para todos, un objeto de pensamiento para hoy: Hace doscientos años y aunque se acaba de proclamar la constitución de Cádiz y está terminando nuestra «guerra de independencia», va a enlazar con ésta, en 1813, otro periodo desafortunado de nuestra historia, el reinado de Fernando VII; el rey conspirador, cautivo, deseado y felón, más o menos en este orden. Uno de los pintores más vanguardistas de todos los tiempos, y asimismo uno de los más celebrados grabadores en planchas de metal, Francisco de Goya y Lucientes, está cerca de los ochenta años, y además muy sordo, agarrotado por la artrosis y aquejado de un tumor que le impide sentarse. Exiliado, porque su espíritu avanzado es incompatible con el régimen absolutista. Y sabe que ha aparecido una nueva técnica de impresión artística: la litografía, la grabación en planchas de piedra pulida. Se aplica inmediatamente a su aprendizaje y, enseguida, a su innovación. Moratín le llama “el joven estudiante”. En 1825, el expatriado asombrará ya en París con la originalidad técnica de sus litografías. Son “Los Toros de Burdeos”. Un día de uno de aquellos años, con el lápiz litográfico y un carboncillo, nos, me, te, bosqueja este dibujo, que reposa ahora en el álbum G de El Prado: 
JP
Primera Página Lo maravillosamente efímero
NINGUNA PLANTA CONOCIÓ UN ASCENSO MÁS ESPECTACULAR
Si tienes menos de 40, seguramente crees que la flor de
Pascua ha sido siempre la protagonista de
nuestras navidades. Nada más lejos de la realidad. Te diré más, en los
sesenta la conocía menos de un uno por mil de españoles.
No sabes la gracia que me hace observar a los niños (niños de 30 para abajo, no creas), cuando hablan de, y tratan a, los ordenadores como si siempre hubieran existido. Recuerdo (porque mi hermano Julián me lo presentó como cosa especialísima) que uno de los primeros ordenadores que pisó España desembarcó en el primer SIMO (salón internacional de material de oficina) de la historia, en el año 1961.
Tuvo lugar en el Parque del Retiro de Madrid y asistieron unas 10.000 personas (que está muy bien). Allí conocí al 1620 de IBM, su sofisticado ordenador científico, que, junto con su hermano comercial, los armarios de discos de memoria y lor pupitres de grabación y verificación de fichas, podía ocupar casi todo el Palacio de Cristal. Además, comparado con los de ahora, que además caben en un bolsillo, “casi” sólo sabía sumar (no, claro, sabía hacer muchas más cosas). Con él, tuve el enorme privilegio de jugar al NIM, juego de los palillos oriental. Me ganó…, hasta que le cogí el tranquillo. Después le ganaba yo. Te cuento esto, porque del mismo modo que muchos españoles creen que los ordenadores ya estaban trabajando a pleno rendimiento en las cuevas de Altamira del Paleolítico, cerca de la cántabra Santillana del Mar; la inmensa mayoría de españoles creen también que las flores de Pascua han estado en nuestras navidades desde siempre, y hubo un tiempo muy cercano en que cuando llegaba la Navidad NO VEÍAS NI UNA, NI UNA, OYE. ¿Te cuento ahora mi relación (muy íntima) con esta señorita de brácteas rojas? Las brácteas son hojas de llamativos colores que acompañan a las flores insignificantes para atraer a los polinizadores (y de paso atraernos a todos nosotros). Otro buen ejemplo de especies bracteadas lo tienes en las buganvillas del litoral. LAS PLANTAS DE INTERIOR Uno de los regalos más caros en los años sesenta —años en que empezó todo, la música moderna (menos Dizzy Gillespie, que es eterno), “haz el amor y no la guerra”, la pintura realista, el clergiman…— eran las plantas de interior; que a menudo costaban más que las flores o que perfumes. Además, ni caras ni baratas, es que prácticamente no había plantas de interior en el mercado. De la mano de unos cuantos pioneros y clásicos de la producción agrícola y ornamental, todos ellos ídolos míos, fueron entrando a las floristerías (que eran sólo eso, floristerías) plantas que se mantenían dentro de casa, aunque no se tratara de especies demasiado “tropicales”. Palmeras datileras, ansevierias, ficus, alegrías de la casa, esparragueras, geranios… Pero no fue hasta mediados de los sesenta que empezaron a entrar muy poco a poco las especies de estufa, es decir, de invernadero con calefacción. Así, comenzamos a admirarnos con una calatea por aquí, una dieffenbachia por allá o… una “poinsetia” por acullá. 
Sí, la acepción poinsetia fue la primera con la que conocimos a la flor de Pascua: Poinsettia pulcherrima. Más tarde se cambió por Euphorbia pulcherrima, que es su acepción botánica actual. Cuando en esos años hablábamos de “poinsetias”, contábamos que en Méjico las llamaban “pascueritos”, porque florecían en pascua. Recuerdo que el precio de una pequeña flor de Pascua era ¡500 pesetas!, cuando un sueldo medio era de 9-10.000 al mes, o sea que equivaldría a unos 60-80 euros de ahora, que las tienes hasta en los supermercados a partir de tan sólo 5-6 euros. ¿Qué ha sucedido mientras para tal bajada de precios?, ¡el éxito!, el éxito conseguido por esta bella planta gracias a su colorido (el rojo es el color de la Navidad), su adaptación al interior, su facilidad de producción en vivero, incluso SU ELEVADA MORTALIDAD que obliga a su adquisición anual. Resultado: que se vende actualmente por millones de ejemplares, y que tiene sus manías, no creas…  SUS 5 CUIDADOS BÁSICOS 1/ LA PLANTACIÓN. Después del invierno. En realidad, no deberíamos hablar de plantación de la flor de Pascua, sino de su trasplante, que debes realizar a finales de invierno. Hazlo por defecto, de todas maneras, haya brotado (y te lo pida) o no. Si no lo has hecho en primavera y tu planta comenzara a crecer, sería ya demasiado tarde. 2/ EL EMPLAZAMIENTO. Ojo a oscuridad y calefacción fuerte. Aunque no requiere ni mucha luz ni muchas horas de iluminación al día (es una especie de día corto, no lo olvides), nuestra estrella no soporta la oscuridad y lo demuestra defoliándose con rapidez. Por otra parte, emplaza tu poinsetia lejos de la influencia de radiadores y aparatos similares, porque la desecación del ambiente abarquillaría su follaje…, antes de caer. 3/ EL TERRENO. Siempre envasado. Al tratarse de una especie que, a excepción de las zonas muy cálidas, va a ser cultivada en interior, el suelo, terreno o tierra donde debe plantarse es el típico sustrato desinfectado de interior. Puedes recurrir al universal, huyendo en lo posible de las turbas, que se significan como poco ecológicas. 4/ EL RIEGO. Moderado y por abajo. La flor de Pascua tolera una cierta sequedad del sustrato. Lo que no tolera es el encharcamiento. Por eso, el riego debe ser realizado cuando el cepellón “pese poco”, es decir se encuentre con los intersticios del sustrato vacíos. Para que se rellenen y quede la planta regada, lo mejor es que suba el agua por capilaridad, regando “por abajo” (situando el tiesto sobre un plato lleno durante unos minutos). 5/ LA MULTIPLICACIÓN. Mediante esquejes, pero… Es posible obtener nuevas plantas de flor de Pascua esquejando ramitas en primavera, previo untado con polvos hormonales. El problema es que conseguir un bello ejemplar con brácteas rojas para decorar la Navidad, es tarea prácticamente imposible. Nuestro consejo es no intentar la tarea. 
5 PROBLEMAS, 5 SOLUCIONES HOJAS ABARQUILLADAS Aléjala de los radiadores. Es muy fácil pasear por avenidas de gran parte delas ciudades mejicanas y comrobar que se encuentran flanquadas por poinsetias o flores de Pascua. Eso quiere decir que esta especie no le teme al aire libre de climas no muy distintos al nuestro. De hecho, en Málaga, Canarias, Cádiz, etc., son también habituales en parques. SOLUCIÓN Si las hojas se encuentran abarquilladas es para protegerse de la enorme sequedad alrededor de un radiador o punto de calor del hogar. Podríamos decir que la flor de Pascua es una planta de interior fresco o que huye de los interiores demasiado calefactados. BROTES SOBRE RAMAS DESGARBADAS No se ha podado. Cuando pasa la Navidad, muchas flores de Pascua sobreviven, evitando perder sus brácteas rojas y creciendo con éxito. En primavera sucede labrotada de hoja nueva sobre las yemas de los troncos. El aspecto de la planta entonces es larguirucho y desgarbado. SOLUCIÓN. Esta especie debe ser podada por defecto, en todos los casos, a finales de invierno. Aunque su presencia sea boyante, es imprescindible adelantarse a su defoliación, que sucederá tarde o temprano. Lo ideal es cortar en marzo cada tronco por encima de tres yemas. AMARILLEO Y DEFOLIACIÓN La estás regando mal. Podríamos decir que la poinsetia o flor de Pascua es una planta amante de los terrenos y climas áridos. En las zonas mejicanas donde es endémica, los terrenos son secos y la pluviometría no demasiado intensa. Por eso, si la riegas demasiado o mal, inmediatamente amarilleará y caerán sus hojas. SOLUCIÓN. En la duda, siempre es mejor no llegar que pasarse con el agua. Si la planta pasa sed (pero no demasiada, eh), se recuperará con facilidad en cuanto la riegues. Para ello, sitúala durante unos minutos sobre un platito con agua, que deberás vaciar una vez conseguida la capacidad de retención. TALLOS DELGADOS Y DEBILUCHOS Dale más luz. Este problema no vas a notarlo hasta después de la Navidad, en que tu poinsetia deseará crecer, y para ello brotará desde las yemas de sus troncos. Si la tienes en un lugar oscuro, sin duda se ahilará, que es la característica de las plantas de buscar la luz con avidez, torciéndose y alargando sus tallos, pero claro, con hojas diminutas y débiles.. SOLUCIÓN. Al final de la época fría, puedes hacer varias cosas con tu flor de Pascua. Puedes situarla en una habitación fresca (sin calefacción), junto a la ventana. También puedes sacarla al exterior protegido de, por ejemplo, un patio o un porche. ENNEGRECIMIENTO Y PÉRDIDA DE BRÁCTEAS Demasiado “forzado”. Si compras tu flor de Pascua demasiado pronto; por ejemplo a primeros de diciembre, y en un establecimiento de poca “garantía vegetal” (qué sabrá un supermercado de flores de Pascua), puedes encontrarte con la desagradable sorpresa de que sus brácteas (hojas rojas) se pongan negras y se caigan a mediados de diciembre y, claro, no llegue a Nochebuena. SOLUCIÓN. Compra tu ejemplar lo más cerca posible de la navidad, aunque te cueste un poco más de dinero. Habrá sido cultivada de un modo más natural, sin forzados (control artificial de la iluminación para obtener brácteas rojas antes). Recurre siempre a profesionales, como centros de jardinería (gardens), floristerías, viveros…  Y DESPUÉS DE LA NAVIDAD ¿QUÉ? • Si te parece, comenzamos con “durante la Navidad ¿qué?”. Durante la Navidad, debes mantener la poinsetia en una habitación más bien fresca, cerca de una ventana y alejada del radiador. Cuando notes que necesita agua, porque su maceta pesa poco, sitúala sobre un plato con agua durante 5-10 minutos y después deja el plato seco. • Continúa estos cuidados hasta que empiece la primavera, momento en que llegan las dos operaciones básicas de mantenimiento de la flor de Pascua: la poda, que debe ser a tres yemas desde cada inserción de cada tronco; y el trasplante, que debes efectuar cambiando el tiesto con el que la compraste por otro algo mayor (en ningún caso mucho mayor). Utiliza para ello sustrato de interior desinfectado. • Conserva tu planta durante la temporada en cualquiera de los dos siguientes lugares: una habitación que mire al norte fresca (sin sol ni calefacción), o un rincón al exterior, protegido del viento y en sombra. Los riegos deben continuar moderados y sólo cuando la planta lo requiera. • Si cuando llegue la siguiente Navidad quieres intentar su subida a flor (enrojecimiento de las brácteas o hojas superiores), debes situar la poinsetia a oscuras, a partir de las 2-3 de la tarde, a partir de mediados de septiembre. Y CADA AÑO ES MÁS BARATA PRECIOS ORIENTATIVOS: Un tallo y 20 cm, en maceta de 14 cm. 4,5 € 3 tallos y 30 cm, en maceta de 18 cm. 9 € 3 tallos y 40 cm, en maceta de 18 cm. 12 € 5 tallos y 40 cm, en maceta de 20 cm. 18 € Terrina de 40 cm con 3 ejemplares de 40 cm. 30 €
Pepe Plana
Primera Página La circunstancia cotidiana Salgo de una consulta en el Hospital Madrid, de Torrelodones, cuando leo unos avisos colocados en la verja metálica que separa el hospital de un Colegio. Los carteles piden “Esto es un colegio, por favor no tiren colillas al patio donde juegan los niños” ¡La leche en verso, la sublimación del incivismo! ¿Habrá cerdos capaces de echar colillas y seguramente otros objetos a ese patio? Sí, puesto que los avisos están para evitarlo. Siempre he pensado que el civismo con sangre entra. No creo que los españoles seamos distintos de los suizos o de los singapurenses, o mejor dicho que no podamos ser, en lo relativo al civismo, como ellos. Sólo nos hace falta que nos den algunas collejas, a niños, adolescentes, maduros, padres, abuelos y maestros. Porque a aquéllos hace años que se las dieron hasta tomar conciencia de lo que significa respetar al prójimo, los bienes públicos, etc. Collejas simbólicas, es decir multas. Soltar pasta por no haber recogido la caca del perro o haber quemado un contenedor es sumamente educativo. Y si al multado se le hiciera una ficha, y el próximo acto incívico duplicara la multa, y sucesivamente, mejor que mejor. Reconozco que hemos mejorado. De hecho, las papeleras callejeras se llenan, y lo arrojado en ellas no está en el suelo. Y veo a dueños/as de perros recogiendo las deposiciones de sus mascotas. Pero, por favor, no arrojen colillas al patio de los colegiales. Aunque si ya han cumplido los 13 años, es posible que las confundieran con los restos de los cigarrillos que algunos habrán ya fumado de tapadillo. Fábrico (Francisco Daunis, vea aquí por qué firma así en circunstancia.net) Primera Página LIBROS ESPECIALES
Hace unos días nos preguntábamos, uno de los autores de este libro y el de estas líneas, cuándo —y si— dejará alguna vez de ser actual este libro, un auténtico manual de historia, de economía y de crisiología (o como se quiera llamar al necesario tratado sobre las crisis, esas plagas que de vez en cuando se abaten sobre la humanidad). Y no sólo ya sobre un país o una región de países. En el mundo de hoy toda crisis es sistémica. ¿O cree alguien que ésta que ahora pasamos, y nos pasa, no causa efectos en los países aún predominantemente manufacturadores, China, Taiwán o Corea del Sur; o en los países emigrantes, en Iberoamérica o en África entera? Hay que insistir en que, para empezar, la idea básica de este nuevo tipo de digesto es sumamente original: aplicar al análisis de las situaciones una iluminación cruzada, la de la historia general y la de la crítica económica. Y, además, por si fuera poco, la de un cañón luminoso accidental, ya que sus páginas están salpicadas de breves crónicas sobre puntos concretos; de dos tipos: unas aclaratorias (siguiendo con la analogía de las luces) y otras complementarias. Sólo por esa característica sería este libro digno de estudio. Ahora bien: siendo uno de los libros, y repito, más luminosos de los que están apareciendo sobre la y las crisis, resulta también uno de los más pesimistas, en términos de posibilidades y músculo actuales de Occidente para superarlas. Afortunadamente, la claridad de conocimiento hace capaces de todo a los humanos y es así como este valioso compendio puede ayudar en estos momentos. Es como si sus autores nos dijeran: no os hagáis ilusiones, porque sólo abandonando las ilusiones (en el sentido estricto de la expresión), sean estas mentales, sociales, políticas, históricas, lo que aún llamamos económicas, etc.; sólo ateniéndonos a la realidad, pero a la realidad completa, situada, podemos pensar y elegir nuevos caminos. La Historia es, efectivamente, como escribió Cicerón en De Oratore: vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vitae, nuntia vetustatis… La Historia es en verdad el testimonio de los tiempos, la luz de la verdad, la vida de la memoria, la maestra de la vida, el mensajero de la antigüedad… La Economía es la administración de la casa, en tiempo real a la vez que en tiempo general. Y el Futuro, más allá del colapso, será consecuencia del conocimiento y, como este libro, de un nuevo Método. JP El colapso de Occidente. La crisis ante la Historia Autores: José Ignacio Ruiz Rodríguez y Francisco Mochón. Prólogo de Eduardo Serra. Ediciones del Serbal Pídalo por su ISBN: 9788476286517 Primera página Esta crisis que nos perturba fue imprevista por unos increíblemente imprevisores gobernantes (sí, ésos que, por ejemplo, vendieron una gran parte de nuestras reservas de oro muy poco antes de que subiera, y mucho, su precio); y ahora, esta auténtica plaga que nos aflige exige de este otro gobierno medidas no sólo estructurales —que sí, que bueno— sino también coyunturales de suma urgencia, más allá de los impopulares recortes e incrementos de impuestos, presuntamente «provisionales». No estaría de más echar un vistazo ahora al concepto marino de control de daños explicado en el número 1 de esta serie. Por ejemplo, el gobierno tiene que enfrentarse, urgentemente, al tremendo daño familiar y social representado por la ola de desahucios, que parece que inevitablemente sigue, por si no fuera dañino por sí mismo, al tsunami de despidos. ¿No podría utilizarse provisional y analógicamente para estos casos el concepto de «embargo» pero de ingresos, previsto para los otros tipos de deuda en la legislación española? Se que se me tratará de lego en materia legal. Es decir en «lo legal» durante lo que en la guerra civil y su postguerra se llamaba tiempo normal, refiriéndose a antes de incluso la preguerra. 
Photo by John Kerstholt, wiki ¡Y es que la situación es excepcional! Recuerdo una vieja película de un jovencísimo Gary Cooper, precisamente capitán u oficial de un barco naufragado, que es juzgado por las medidas de emergencia que había tomado. Medidas que habían salvado muchas vidas a costa de las de otros, que ponían en riesgo los botes salvavidas ya repletos. Es absuelto y vitoreado por los supervivientes que han asistido en masa al juicio, al tiempo que él intenta consolar a los familiares de los sacrificados. Naturalmente, puede haber mejores ideas, pero es irritante que no se hable de ninguna (1). Ésta consistiría en que: La sentencia, en vez de ser de desalojo de la vivienda, que generalmente queda vacía y a riesgo de deterioro, saqueo de sanitarios y otros accesorios, u ocupación ilegal (eso que ahora suele escribirse con «k»), sería de embargo del 30% o lo que especifique el complicado artículo de la ley —que prevé también una cierta franquicia inicial— sobre los ingresos familiares; incluido el subsidio de desempleo y similares, claro. A no ser que el afectado prefiriera la dación en pago. Porque la deuda persistiría, aunque decreciendo lentamente, en espera de tiempos mejores. Y la entidad bancaria no dejaría de conseguir algunas entradas. Dicho afectado se comprometería formalmente a la rigurosa conservación y, en su caso, reparación del inmueble. Lo que sería objeto de inspección inesperable (no hay otro tipo de inspección que merezca este nombre) y sanción incluso penal. ¡En la crisis como en la crisis! No estamos en tiempo normal. JP (1) Y es que parece que estemos paralizados por el miedo. Léase aquí el «sí, sí, cuento» titulado La Crisis. Primera Página Se llaman marcas porque marcan Las marcas pueden y deben conseguir atributos propios de las personas e incluirlos en la filosofía y estrategia de su empresa y también las personas demuestran inteligencia si toman del concepto de «marca” todo su sentido y lo incorporan a su vida.
MMMM es “María Moreno Meseguer, de Murcia” Es vendedora de seguros. Cada mañana recorta de los periódicos caras de los personajes relevantes de su ciudad. Las pega en un gran cuaderno. Las mira tres veces al día. Sale a la calle. Murcia se puede andar, María jamás toma un coche, camina. Si reconoce a algunas de las caras del cuaderno, se dirige a la persona: —Soy MMMM, María Moreno Messeguer, de aquí, de Murcia; por eso las cuatro emes. Muchas veces nota que un escolta le agarra un brazo y no con cariño. —No llevo armas, no llevo armas, nene (apelativo cariñoso murciano), soy  Foto: abolutmurcia.com mujer de paz, es que me acuerdo de la cara de este señor porque es un personaje importante y si es importante necesita pensar en su seguridad y en la de sus seres queridos y sus bienes. ¿Le puedo visitar mañana por la mañana?… Magistrados de la audiencia, presidentes de grandes empresas, etc., son clientes de María; les ha “hecho seguros” a ellos y a su familia. —Por favor ¿me podría decir si por aquí está el Registro de la Propiedad?” La señora no sabía que se dirigía a MMMM. —Pues claro que sí, señora, pero, ¿para qué quiere usted ir al Registro? —Es que tengo un problema con unas tierras de una herencia. —Señora, vamos juntas y de paso le digo cómo vamos a solucionar el problema y a hacer el seguro de la finca, que es muy importante… Un Mercadona en Guadalajara Pedimos a una cajera que nos dé una explicación sobre uno de los productos que estamos comprando, y nos dice: “pues no lo se pero ahora mismo llamo a la supervisora, que ella seguro que lo sabe”. Toca un timbre oculto debajo de la caja, a los tres minutos se presenta la supervisora muy alterada, acababa de ocurrir un problema con unos reponedores, la habían llamado de otra caja, no era su día en fin, y se encara con nuestra cajera: “qué quieres”. Ésta, sin inmutarse y dándose perfecta cuenta de la situación, responde “darte un beso” En un instante todo cambia, la supervisora esboza una sonrisa mirándonos, nosotros reímos abiertamente, la supervisora da un abrazo a la cajera y le dice: “desde luego, tú, ¿qué pasa, qué necesitas?”. En el restaurante Támara en la factura que te presentan, los propietarios escriben una sencilla nota: “Muchas gracias” y firman… ¿Qué marca puede superar la rúbrica de tu propio nombre unido a un “muchas gracias”? En el restaurante Sayat Noya la hija del propietario te pregunta cómo te llamas y te da la tarjeta del establecimiento con tu nombre escrito en armenio. Esa tarjeta nunca la tiras… La lana es confortable, amorosa…Esa chaqueta de Rex Harrison en “My fair lady” era el contrapunto necesario para que no odiáramos a su personaje del profesor Higgins martirizando a la pobre Eliza Doolittle… En un próximo artículo, profundizaremos en el Qué y Cómo de las marcas personales. Les dejo ahora con una frase de “Lost in translation”: Cuanto más te conoces y sabes quién eres menos te preocupas de las cosas. Juan Ramón Plana Primera Página Haiku de mi jardín Cuando el haiku —la palabra es igual para el singular y el plural— llegó a Occidente, cautivó, por ejemplo, a Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez… A Jorge Luis Borges, que así escribió, por ejemplo: Bajo la luna la sombra que se alarga es una sola Hoy no me alegran los almendros del huerto. Son tu recuerdo Este segundo sin duda es bello pero quizá demasiado “personal” para el espíritu tradicional del haiku. Ha de ser, sí, cinco, siete y otra vez cinco moras, sílabas sónicas, sin rima. Pero, sobre todo, sólo sencillez, momentaneidad y naturaleza. Los haiku que siguen son de un otoño. Las hojas vuelan. El viento las desea para él solo El tejado llora desconsolado. También ama al sol Roca caliza herida por el tiempo sin una queja El ruiseñor y sus gritos de alarma; abajo el gato Mes de septiembre. Llegará el petirrojo, ¡qué alegría! Caseta vacía… El cielo, ¿es reunirse con nuestros perros? 
Hoy Marcela Merino Primera Página Sí, sí, "cuentos"... El simún planeaba sobre las dunas, a las que arrancaba gemidos y nubes de arena caliente. El bedaui se cubrió la cara con el semitransparente embozo y agarró más firmemente las riendas de su colmado camello. Siempre se acercaba a Masr con aprensión. Los egipcios eran para él gente rara. Ricos, pero con mala suerte. Sí, buenos clientes para los tejidos de lana de camello y de cordero que él les llevaba, pero enigmáticos como aquella esfinge suya, duros con sus esclavos judíos y empeñados en sus gigantescas y, para él, inexplicables construcciones. Oyó un profundo, constante y rápidamente creciente silbido a sus espaldas. Se detuvo y se atrevió a volver todo el cuerpo hacia su origen. Su raza, originaria de las montañas, no tenía miedo a nada. Levantó sus dos manos, sin soltar las riendas del camello, no para mostrarlas desarmadas sino para mandar detener a la enorme masa violácea que se acercaba, sin que la arena se inmutara pero tiñéndola de su color, así como al mismo cielo. La masa se detuvo, así como el silbido, y el hombre del desierto creyó ver en ella unos ojos y otras desvaídas facciones. ¿Quién eres? —le pregunto, mirándola a aquellos ojos cambiantes pero de mirada sin duda inclemente—, ¿qué haces aquí?, ¿de dónde vienes?, ¿adónde vas? Una voz emergió de una boca, o algo parecido, que se dibujó en aquella mole. —Soy una plaga y voy a Masr, a matar a diez mil egipcios. Pero tú no eres egipcio. Déjame pasar. El bedaui bajó sus imperiosas manos y la masa siguió su camino. El silbido le ensordeció, pero enseguida y rápidamente desapareció todo en el lejano horizonte del inmenso Jardín de Dios.  Foto: Flickr_Rosino Pasaron seis veces seis días y el bedaui, aún horrorizado por lo que había visto en Masr, cabalgaba su descargado camello, guiado por la esperanza de su hogar, su familia y los mansos rebaños de su padre. Al rodear aquella duna demasiado vertical en la vertiente de su camino, vio, de pronto, una informe masa azul, palpitante, que se puso en guardia al verle acercarse con decisión. —Plaga. Eres tú. Me engañaste. La masa se animó, con dignidad herida: —¡Yo no miento nunca! ¿Cómo te atreves? —Me dijiste que ibas a matar a diez mil egipcios y mataste cien mil. —No, no, ¡NOOO! Yo mate diez mil. Contados. Los otros… Dejaron de trabajar. Salieron a las calles, gritando… Murieron, y mataron, de miedo. Es una narración tradicional, anónima. Por su recuerdo y actualización, JP Primera Página La circunstancia cotidiana Ayer envié a Pablo Sebastián, director de republica.com, la siguiente carta, a propósito de su comentario, como de tantos otros, acerca del posible boicot o rechazo a comprar productos fabricados en Cataluña, en el caso de que esta región decidiera independizarse de su entronque histórico y natural, España: Estimado director, en primer lugar decirle que siempre comparto sus criterios, los suyos y los de Marcello. No obstante, permita darle mi punto de vista sobre el posible que no probable boicot que se supone harían los habitantes del resto de España a una Cataluña independiente (segregación que me parece imposible). La inmensa mayoría de la gente, individuos y no digamos empresas, al final hace lo que les conviene. Si la Caixa les da mejores servicios e intereses, de boquilla dirían que son unos perros catalanes, pero buscarían sus créditos y regalos. Lo mismo, y más, las empresas, que no pueden dejar así como así sus pólizas, las que tengan o las que les ofrezcan. Una empresa no puede perjudicar su economía con ideologías políticas, salvo que consiga mejores componendas con otras entidades bancarias, lo cual, conociendo lo granujillas que todas ellas son, es difícil. Y por otro lado, las empresas catalanas, antes de sentirse perjudicadas en sus ventas al resto de España, se concertarían con empresas de tan amplio mercado o se instalarían con otros nombres, etc. Respecto al IVA cobrado por las ventas, Cataluña no se beneficia más que con el porcentaje que fiscalmente le corresponda, me parece que la mitad. Porque el IVA cobrado hay que entregarlo a Hacienda (que somos todos) una vez deducido el IVA soportado. Y en esta balanza fiscal habría que considerar también el IVA cobrado por las «exportaciones» que el resto de España efectúa a Cataluña. No enfocaría yo mi batalla a este arturmasianismo con tales amenazas. Hay que dar, a mi juicio, golpes legales y fuertes: examinar a fondo la siempre confusa balanza fiscal que seguro no es como dicen Mas y Cullell, etc., apretar más la justicia contra la corrupción de Ciu, y recuperar la educación. De momento. Francisco Daunis Primera Página « Newer Posts — Older Posts » |