Todos los somos, pero la inmensa mayoría renuncia a ello y se aglomera, en expresión de Ortega y Gasset, para pertenecer a una masa de partido o movimiento político, o a la jet set, etc.
Uno de los pocos que nunca ha dejado de ser único –a pesar de su éxito en todo el mundo– es Francisco (Paco) Roldán Ortega, al que muchos en Alcalá de Henares consideran el pintor de Alcalá. Viejo y querido amigo y ahora pariente, ya que su hija Francelia está casada con nuestro nieto Juan Barrena.
El pasado jueves, 22 de octubre, asistimos a un acto asimismo singular. Roldán hacía entrega al Ayuntamiento de Alcalá de un cuadro suyo de curiosa historia:
En el Edificio principal de este Ayuntamiento, el antiguo Convento de Agonizantes de la actual Plaza de Cervantes, figuraba en lugar destacado, cedido temporalmente por el Museo del Prado, el cuadro de Ángel Lizcano “Cervantes y sus modelos” (Alcalá es el lugar de bautismo y la cuna más probable del autor del Quijote).
Pero el Museo lo reclamó. Enterado de ello Paco Roldán se propuso pintar una réplica del cuadro, aunque con variaciones significativas dentro del máximo respeto al original. La más notable es que incluye el paisaje alcalaíno como fondo de la figura del escritor. El título pasaba a ser “Alcalá, Cervantes y sus modelos”.
Discursos llenos de sentido, del artista y el alcalde, Javier Rodríguez Palacios, firma por ambos del documento esta vez de cesión definitiva, fotografías para los medios de Alcalá…
JP
