Uno de los aclamados como genios del siglo veinte, Richard Buckminster Fuller, nos dejó escrito un prácticamente definitivo dictamen sobre el manejo de nuestra nave.
Dos precisiones:
1. Él negaba ser lo que llamamos genio; decía que era, simplemente, un tremendo manojo de experiencias.
2. Al hablar de nuestra nave, él se refería a la nave espacial Tierra. Pero es aplicable a, por ejemplo, nuestro país.
Y decía, por ejemplo:
Lo difícil de la situación es que nuestra nave viene sin manual de instrucciones.
En nuestra nave no hay pasajeros; todos somos tripulantes.
Si la humanidad no opta por la entereza y la honradez estamos perdidos, porque la situación es absolutamente delicada. Pero cada uno de nosotros puede ser la diferencia.
Estoy convencido de que la integridad de nuestro mundo depende de la Creatividad. Que la vida es regenerativa. Y de que el conformismo no tiene sentido.
Atrevámonos a ser naïves.

Aguas turbulentas y peligrosos obstáculos. Foto wiki
Hay que pensar y trabajar deprisa. Y, casi como en el dicho castellano, repicando y sobreviviendo en… nuestra nave.
JP