Director:
Julián Plana

Colaboradores:
Véase Página de Firmas

Producción:
Tarsis.net
La originalidad y la intención de Ortega no están en la primera parte de la frase, la anterior a la coma, sino en la posterior a esa coma.
De hecho, yo soy yo y mi circunstancia, que es una referencia al Ideen de Husserl, publicado meses antes (Ich bin ich und meine Umwelt), puede ser una sentencia disculpatoria: yo soy yo pero, claro, está también mi circunstancia...
Sin embargo, la frase completa de nuestro pensador nos obliga a la acción y nos hace responsables del resultado.
Libros especiales  

Una novela-río escabroso  

 

Respondió Confucio, preguntado por sus discípulos, que lo primero que haría si fuera elegido emperador (entonces en la China la monarquía era electiva) sería fijar el significado de las palabras. Pero insistió una vez más en que él nunca optaría a la elección. Lástima.

Como quiera que vamos a tratar de José Rovira, un autor que maneja con extraordinaria precisión el significado de las palabras castellanas (no en vano nació en Cataluña), procedemos a precisar el título de esta crítica.

1. Suele llamarse novela-río a una serie de libros de narración que mantienen de uno a otro una cierta unidad de acción y de  personajes principales, muchas veces de sucesivas generaciones. Como en las sagas, originarias de Islandia. Ahora se suele llamar saga también a cualquier sucesión de libros con «algo» en común, aunque muchos no estemos de acuerdo.

También se llama novela-río a un solo libro, casi siempre extenso, con un único desarrollo pero una diversidad de escenarios  encadenados,  distintos paisajes, personajes comunes pero otros secundarios y accidentales.

2. En cuanto a escabroso, se refiere al río y no a la novela, y es un adjetivo que aquí podría malentenderse. De modo que acudamos al DRAE:

(Del lat. scabrosus). 1. adj. Dicho especialmente de un terreno: Desigual, lleno de tropiezos y estorbos. 2. adj. Áspero, duro, de mala condición. 3. adj. Peligroso, que está al borde de lo inconveniente o de lo inmoral.

Seamos indulgentes con el hecho de que la Academia utilice la mayúscula después de los dos puntos, en seguido, en contra de su propia norma. Digamos que aquí nos referimos a las dos primeras acepciones. Olvídese el lector de lo de inmoral, aunque sea lo primero que le hayan sugerido ambos títulos, el de la novela y el de este artículo.

 

La serpiente y el camino.

 

La serpiente y el caminoTítulo enigmático, que puede referirse a la tentación; o a la característica serpenteante del camino del protagonista, a lo largo de las varias generaciones que parece reunir en sí mismo, porque son las de las familias o congregaciones que marcaron su vida…

Vida que se iniciaba plácida. Hasta la guerra, la guerra civil española, que le sacude incluso geográficamente y, desde luego, escabrosamente. Vida que se desentiende de sí misma por momentos, hasta que se centra de nuevo en su propio protagonismo. Y en su autoobservación.

Novela que, asombrosamente, como un río escabroso, cambia de tempo literario de una parte a otra, que el autor llama efectivamente libros: Libro Primero, Libro Segundo… En un sólo tomo que, así, se convierte en una pequeña biblioteca privada.  Sí, cambiando de ritmo, de uno a otro, pero manteniendo el estilo, la misma pluma, con un gran oficio.

Autor que se confiesa admirador de Zweig y de Papini, pero que evoca en el lector a Proust y al Stendhal de “éstos son los detalles exactos” (no en balde Rovira es jurista y Stendhal decía leer frecuentemente artículos del código civil, para precisar su expresión).

En fin, novela de las de antes, y de las del futuro; que se lee despaciosamente, que se deja con afecto, cuando a uno le interrumpen, y se retoma con mayor afecto cuando se la necesita de nuevo.

Que, seguro, se releerá, años más tarde, con el ánimo de escuchar de nuevo, naturalmente sin prisas, una inolvidable gran sinfonía.

 

JP

 

La serpiente y el camino

José Rovira

Ediciones Puerta a Puerta

Pídalo por su ISBN: 978-84-613-8339-9

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