Director:
Julián Plana

Colaboradores:
Véase Página de Firmas

Producción:
Tarsis.net
La originalidad y la intención de Ortega no están en la primera parte de la frase, la anterior a la coma, sino en la posterior a esa coma.
De hecho, yo soy yo y mi circunstancia, que es una referencia al Ideen de Husserl, publicado meses antes (Ich bin ich und meine Umwelt), puede ser una sentencia disculpatoria: yo soy yo pero, claro, está también mi circunstancia...
Sin embargo, la frase completa de nuestro pensador nos obliga a la acción y nos hace responsables del resultado.
Y, para colmo, ...

Mingote se nos va

Uno de los deliciosos detalles de los últimos términos de sus viñetas.

 

…Y a nosotros, ahora que nos ocurren tantas cosas, no se nos ocurre casi nada.

 

JP

 

Primera Página

Democracia

SEGUNDA VUELTA

Andalucía, Asturias, municipios, Grecia...

 

No podemos pretender que nuestra Democracia sea perfecta. Ninguna lo es.

Es famoso el aforismo atribuido a varios prohombres (Churchill, Gladstone…) “La Democracia es el peor de todos los sistemas políticos, si exceptuamos todos los demás”.

Pero nos producen cierta envidia algunas importantes características de otras democracias. Por ejemplo:

Las circunscripciones británicas, que hacen que la representación empiece desde abajo y se vote a personas ya conocidas por su trayectoria política. Así, resulta banal el falso debate sobre las “listas” fabricadas en los sanedrines de los partidos, que si abiertas o cerradas; parece ser que el abrirlas en Italia representó sólo un dos por ciento de variación; da casi igual, si es que no conoces a nadie. En las elecciones de 1936, al final de la segunda república española, se dice que Ortega y Gasset votó con la papeleta del Frente Popular, en la que había tachado todos los nombres excepto el de Julián Besteiro.

La libertad real de voto de cada representante del pueblo en las cámaras británica y estadounidense.

Menciono países conocidos por los casos, lo que no quiere decir que no ocurra en otros, afortunadamente para sus pueblos.

O la segunda vuelta de las elecciones francesas para la presidencia y la Asamblea Nacional (y de las de muchos otros países; incluido Portugal para las presidenciales, lo que nos hace los raros de la vecindad), en la que sólo se votan los dos candidatos o partidos más votados en la primera. Como se acercan las elecciones francesas para la Asamblea, le sugiero que siga atentamente su dinámica.

EN QUÉ PODRÍA CONSISTIR EN ESPAÑA

Aplicada a la situación dada en Andalucía y Asturias, donde ningún partido ha obtenido la mayoría absoluta, para la segunda vuelta dejaría de poderse votar a todos los partidos excepto, pues, a los dos más votados en la primera.

Ya  sé que esto que voy a imaginar no es exactamente lo que sucede en Francia, pero sería lo más aceptable en España, en mi humilde opinión: entre una y otra vuelta, los partidos negociarían; por ejemplo, es de suponer que en las listas del PSOE se incluirían candidatos de Izquierda Unida y que el programa que se sometiera a los votantes sería también concertado. Los votantes de IU en la primera vuelta es de suponer que votarían por estas listas en la segunda; claro que votantes, digamos, “centristas”, del PSOE podrían votar al PP, si se sintieran mas acordes con su programa que con el nuevo, el conjunto. 

VENTAJAS

No se daría el caso, casi inmoral, de que no gobernara el partido más votado, al fin, por el pueblo.

Los programas cobrarían mucho mayor protagonismo.

INCONVENIENTES

El principio de la copa dañada

El costo de unas nuevas elecciones. Claro que no serían como las de la primera vuelta y, además, parece que eso de los mitines-baños-de-multitudes (con sus equipos de sonido, autocares, bocadillos, gorritas, banderitas, etc.), así como la publicidad exterior (que, en cualquier caso, digamos que valdría la de la primera vuelta), son cosas que están en retroceso en el actual mundo de las comunicaciones sociales.

PERO ES QUE SI NO HAY SEGUNDA VUELTA…

Puede no gobernar la lista más votada y, además, con un programa sobrevenido que ni sus votantes habían votado. Y perdonen ustedes la redundancia, pero es que el concepto de votación lo merece. ¿Qué, si no? Dicen que es «legítimo» y «constitucional» y no digo yo que no; pero en una escala del 1 al 10 en Democracia, ¿que nota le da usted?

Recordemos el caso aun más enrevesado del «tripartito» catalán.

Y los famosos transfuguismos, a uno u otro precio; especialmente en corporaciones municipales. Vergonzosos, ¿no?

Insisto en que no es el único problema de nuestra democracia, pero quizá sea el más acuciante. En esto, tendríamos que atenernos al procedimiento de la vieja copa dañada. Empecemos por las grietas más profundas y el nivel democrático subirá; es bueno pero evidentemente no tan útil empezar por las superficiales.

 JP

 

Primera Página

Sí, sí, "cuentos"...

La empresa pública

 

Aquel diablo de nivel siete, el señor García, tomó asiento en el sillón giratorio, de cinco patas con ruedas (según la normativa de la UE), tras la mesa de despacho de tamaño asimismo “siete A” (en los inventarios de la Casa). Llevaba en la mano el vaso de café de máquina, que depositó sobre un dinacuatro con membrete doblado en dos, con huellas de vasos y días anteriores.

Sus dos nalgas se acomodaron alternativamente, relajándose y distribuyéndose. Enseguida la espalda tomó contacto con el respaldo basculante, que cedió algo, lo justo. La coronilla de la cabeza persiguió la banda superior del respaldo y se apoyó ligeramente. Las rodillas se separaron y un suspiro, probablemente con un discreto olor a azufre, se produjo suavemente por debajo del rojizo bigote.

Sus manos se apoyaron sobre los nunca muchos expedientes del día. La derecha lucía un anillo con un solitario rubí en tanto que la izquierda solo mostraba el aro de casado.

Resignado a vivir otro día rutinario, presionó el botón del timbre.

Sólo una mitad de la puerta doble se abrió para permitir el paso de un ordenanza conduciendo a una joven soñolienta. El señor García hizo una seña a ésta con la mano del anillito, para que se sentara frente a él, en una de las dos sillas. Otra seña con los ojos al acompañante le encaminó hacia la puerta, que cerró tras sí.

Buscó entre los expedientes hasta encontrar uno que le pareció el idóneo.

–Tú eres Rosa.

–Sí, señor… Rosana.

–Rosana, llevas cerca de dos años acostándote con tu novio.

–Sí, señor (esta vez pronunciado siísñor).

Se hizo una pausa que la joven interrumpió con otro:

–Sí.

–Pero te has matado en un accidente de automóvil yendo con otro que, por cierto, ha resultado indemne.

–Sí, un amigo de mi novio. Ah, me alegro de que no le pasara nada.

–Y venías de hacer lo mismo que habitualmente con tu novio.

Siísñor.

–¿Alguna explicación?

Siísñor. El otro coche se nos echó encima…

–Sí, bueno. Quiero decir que por qué traicionaste a tu novio.

–Yo no he traicionado nunca a mi novio.

–Te acostaste con su mejor amigo.

–Ah, eso. Como ha dicho usted “traicionar”.

–¿Tu novio lo sabía?

–No, no señor… No le hubiera gustado.

–Aquí pone que con tu novio tus orgasmos se producían en el ochenta y ocho, ocho-ocho, por ciento de los encuentros; lo que sabrás que es un porcentaje más que razonable.

–¿Ochenta y ocho? Sí, puede ser. ¡Qué cosas pone aquí!

–¿Por qué sugeriste a Román, ¿no?, el amigo desde niños de tu novio que te llevara a la piscina de aquel hostal el día que –una breve consulta al expediente– Gustavo decidió quedarse a estudiar?

–No, no, perdone. Yo, yo, le dije a Gustavo que se quedara a estudiar, porque faltaban tres semanas para las oposiciones.

–Cuatro.

–Bueno, cuatro. Entonces él me insistió en que yo no dejara de ir a la piscina; que fuera con  Román y Lupe.

–Pero Lupe no fue.

–Yo le pasé el plan a Román. Luego Lupe no vino.

–¡Nadie se lo dijo a Lupe!

–Era la novia de él, ¿no? Se lo tenía que decir él. La bronca que deben tener ahora.

–Consideramos la traición una ofensa de nivel F.

–¡Dios mío!

–Señorita, aquí no se dice… eso. Di “caray” o algo así, en estos casos.

–Perdone.

–Bueno, podemos considerarla de nivel G.

–¿Eso es menos? Muchas gracias.

–Eres una chica agradable. A ver, levántate. –Y al tiempo le indicaba con la mano del rubí que se apartara un poco de la mesa y las sillas.

–Súbete un poco la falda. Bueno, no tanto. No llevas sujetador.

–No, nosñor. Para ir a… la piscina, casi nunca.

–Podría proponerte para trabajar de camarera en nuestro bar de ejecutivos y asesores, en la última planta; hacia abajo, claro.

–Oh, gracias.

–Llevan unas minifaldas muy graciosas. Las camareras, quiero decir.

–¡Qué bien!

–Ellos van siempre de traje. No sé lo que se cobra, pero están las propinas… Y tenéis una peluquería gratuita para vosotras en la misma planta, con maquillaje; al lado de la de los propios ejecutivos y asesores; claro que la de ellos tiene spa, y toda la pesca. Se os cubren los gastos de vestuario, incluida la ropa interior, hay diversos complementos: dedicación más o menos completa, quebranto de propinas, conocimientos técnicos de uso de cafetera, plus de transporte de bandejas, y todo eso; horas extra, claro. Y tres días libres a la semana.

–¡Qué bien!

–Y días, discrecionales, para asuntos propios. Bueno, y cada tres mil años, un milenio sabático.

–¡Qué bien! –Se dio cuenta de que se repetía. –Quiero decir, ¿qué se hace en todo este tiempo libre?

–Ah, pues, en el auditorio del edificio hay conciertos de música experimental contemporánea, proyecciones de películas de las cinematografías de Europa central y teatro de aficionados.

–¿Discotecas?

–Como es lógico, casi todas las noches acababan en demasiado alcohol y diferentes emparejamientos. Y fue considerado inmoral; se cerraron.

–Hombre, a mí tampoco me gusta eso de las orgías. No es que haya estado nunca en alguna…

–Bueno, dile al oficial de personal que me llame. “García, de Accidentes en Pecado, H a la K”. Ahora, ten en cuenta que tengo mucho trabajo hoy. –Y la mano de la alianza separó algo los pocos expedientes.

–Perdone. ¿Puedo hacerle una pregunta?

–Sí, adelante. –Y García pegó la espalda al respaldo.

–¿Esto es realmente “eterno”?

García cambió de postura; se acercó hacia ella, sobre la mesa:

–Verás. Nadie lo sabe. En el Boletín Oficial y en la propaganda decimos que sí, pero es difícil garantizarlo. –Bajó la voz. –Hay movimientos en contra.

–¿Se puede ligar?

–Si no se da qué hablar…

Rosana apenas contuvo un escalofrío.

–No hace aquí tanto calor como se dice.

–¡Qué va! Menudo problema. La instalación está fatalmente pensada y peor hecha. Y eso que costó más del doble de lo presupuestado, cerca del triple. Y esto es tan grande.

Rosana de dirigió hacia la puerta. Cerca ya de ésta se volvió.

–Señor…

–García. Dime.

–Señor García. No sé. No me parece tan malo todo esto. ¿Cuál es el truco?

–¿Perdón?

–¿Dónde está el problema? ¿Qué es lo infernal, lo… terrorífico?

–Pues yo creo que… –García se levantó y se puso a mirar las banderas que se erguían cerca del rincón derecho en palos acabados en puntas de lanza plateadas. –En fin, aquí no hablamos mucho de ello, pero… Lo malo de esto, lo que desmoraliza a los más débiles, hasta volver esquizofrénicos a algunos, es que… No hables a nadie nunca de esta conversación… Es que… Que nadie sabe para qué sirve.

 

JP

 

Primera Página

LIBROS ESPECIALES

UNA EXTRAÑA CRONOVELA …

…del Madrid de la postguerra

 

Leo los bestsellers, de ficción o de no-ficción; considero que así como “algo tiene el agua cuando la bendicen”, algo encierran Sagan, Dawson o John Le Carré, cuando millones de lectores los aprecian. Y no suelen defraudarme.

Suponía, pues, que tarde o más tarde –debido a la acumulación de lecturas pendientes en mis estantes y tablets– leería Los niños que perdimos la guerra, el tan conocido y vendido título de Luis Garrido.

Al fin y al cabo, aunque sólo lo hubieran comprado lectores que hubieran perdido la guerra cuando niños, yo compartía este motivo. Incluso existió una foto mía muy parecida a la del niño de la portada, que Justa y su novio Ricardo (Justa era la “chica” que me sacaba a pasear por la Rambla y los jardines cercanos) pagaron de su bolsillo a un fotógrafo callejero de los de enorme cajón con largo brazo; y accesorios de caracterización, tales como los de pequeño miliciano.

Pensaron sorprender a mis padres. Y claro que les sorprendieron, pero la foto no fue destruida en el momento; se traspapeló y la encontré yo en los primeros cuarenta. Entonces sí que fue convertida por mi madre, a una pasmosa rapidez, en restos diminutos.

Los niños justificó su lectura y provocó la de su aparente secuela Un extraño vagabundo… …en el Madrid de la postguerra.

Así ha sido cómo he conocido a un formidable cronovelista español.

Llamo cronovela, naturalmente, a la fusión de crónica y novela. Si se me escapara el nombre de algún cronovelista sería el de Pérez Galdós (léase Miau, o su adaptación al teatro por Alfredo Mañas (que fue llevada a la escena por Manuel Canseco; con un magnífico Luis Escobar en el papel de Dios, que todo lo puede excepto ser recibido por un ministro español de la Restauración).

¿Cervantes? El Quijote es una magnífica novela, posiblemente la mejor de la literatura mundial, si se me permite barrer para casa. Es acerca de un fabuloso jugador de rol; del rol aprendido hasta la enajenación en los “libros de caballería”; y ello ocurre en un tiempo y en un lugar, perfectamente marcados.

La cronovela es de un tiempo y de un país.

Nuestra novelería picaresca se acerca más al concepto. Pero otros intentos notables se han quedado en la crónica anovelada, o la novela costumbrista o simplemente de época. Obras grandiosas en muchas ocasiones (Clarín, Cela, Valle), pero no exactamente cronovelas.

Ciñéndome al Extraño vagabundo, diré que me he encontrado con una obra asombrosamente animada. No por incluir “la busca”, como también Los niños, es preciso evocar a Baroja, como a juzgar por las solapas de sus libros ha hecho la crítica con Luis Garrido.

El arranque me recuerda más al de Remordimiento, de Ernst Lubitch, una fastuosa cronovela cinematográfica; también de una postguerra, por cierto. El título original era Canción de cuna interrumpida. Pueden verse sus dos primeros minutos, los del arranque, con subtítulos en castellano, en: http://www.youtube.com/watch?v=84WxGnM1f0g

En general, no sé como una obra tan “madrileña” como la de Garrido me recuerda por su construcción, más que a La Colmena o Divinas Palabras, a la novela centroeuropea de entreguerras; el Lajos Zilahy de Las armas miran atrás, por ejemplo.

Me refiero especialmente al Extraño Vagabundo… en el Madrid de la Postguerra, cronovela ejemplar que debo recomendar entusiásticamente a mis cuatro lectores.

JP

 

Pídalo por su ISBN: 978-84-9736-312-9

 

Primera Página


CRISIS, CONTROL DE DAÑOS-1


Cuando lo urgente es, precisamente por serlo, lo más importante

COLABORE EN ESTA ENTRADA, DESCÚBRANOS LAS VÍAS DE AGUA Y LAS POSIBILIDADES, PORQUE EN ESTE BARCO EN SERIOS PROBLEMAS NADIE ES SIMPLEMENTE PASAJERO

Control de Daños es originariamente una expresión náutica. De la marina mercante pasó a la de guerra (o como la llamen ahora), hasta llegar al uso general. Se trata del evidentemente inaplazable control de situaciones que podrían llevar al hundimiento de la nave. O a que prácticamente se quedaran con ella los rescatadores, según las viejas leyes del mar.

 

Uno de los aclamados como genios del siglo veinte, Richard Buckminster Fuller, nos dejó escrito un prácticamente definitivo dictamen sobre el manejo de nuestra nave.

Dos precisiones:

1. Él negaba ser lo que llamamos genio; decía que era, simplemente, un tremendo manojo de experiencias.

2. Al hablar de nuestra nave, él se refería a la nave espacial Tierra. Pero es aplicable a, por ejemplo, nuestro país.

Y decía, por ejemplo:

Lo difícil de la situación es que nuestra nave viene sin manual de instrucciones.

En nuestra nave no hay pasajeros; todos somos tripulantes.

Si la  humanidad no opta por la entereza y la honradez estamos perdidos, porque la situación es absolutamente delicada. Pero cada uno de nosotros puede ser la diferencia.

Estoy convencido de que la integridad de nuestro mundo depende de la Creatividad. Que la vida es regenerativa. Y de que el conformismo no tiene sentido.

Atrevámonos a ser naïves.

 

Aguas turbulentas y peligrosos obstáculos. Foto wiki

 

Hay que pensar y trabajar deprisa. Y, casi como en el dicho castellano, repicando y sobreviviendo en… nuestra nave.

 

JP

 

Primera Página

Notas para Un Proyecto de Añadir la Educación a la Enseñanza

¿ES EDUCACIÓN LO QUE LLAMAN ASÍ? 1ª parte

Lo que no se enseña a nuestros niños y jóvenes
COLABORE CON MÁS HECHOS Y MÁS IDEAS
Etimológicamente, es decir, 'originariamente', educación, como dice el “Corominas”, está emparentado con ducere, conducir, pero proviene de educere, sacar, conducir afuera. Se trata de conseguir que, desde niño hasta siempre, las casi infinitas potencialidades del individuo se conviertan en valores. En beneficio de todos, y no sólo pero empezando, obviamente, por resultar sumamente beneficioso para el mismo individuo.

HECHOS

Una conocida periodista publica una entrevista con un afamado cantautor en un semanario de gran tirada. La foto principal de las que ilustran la entrevista muestra a ambos sentados en el filo del respaldo del banco de un parque público, con los pies calzados puestos sobre el asiento, sobre el lugar de sentarse; sobre el lugar, si se quiere, convencional de sentarse.

A lo largo del boulevard Juan Bravo, en Madrid, grupos de jóvenes están sentados de igual forma en los bancos mientras beben directamente de la lata de refresco o el gran vaso de plástico de cerveza vendidos entonces en los bares y kioscos. Un reportaje fotográfico de un diario asimismo de los de mayor difusión los propone como ejemplo -es de suponer que por una implícita comparación con los más degenerados drogadictos- de juventud sana.

Señoras mayores, ancianos, etc., se sentarán después «convencionalmente» en estos bancos de paseos y parques, tras quizá intentar limpiarlos para preservar sus posiblemente no muy abundantes ni nuevos trajes y vestidos.

Se trata de un fallo en una de las vertientes del Principio de Consideración, inherente a la Inteligencia. Ocurre que en ningún momento de lo que pomposamente llamamos «sistema educativo» se aprende a actuar inteligentemente, aunque todos convenimos en que la inteligencia es lo que debe gobernar nuestra vida.

Dos jóvenes de una típica urbanización, junto con otros dos de la ciudad cercana, van en el coche del padre de uno de ellos por las calles de la ciudad, después de una fuerte lluvia. Al pasar a una velocidad inadecuada según el Reglamento de Circulación, que prevé esta contingencia, salpican a un matrimonio de edad avanzada que camina por la acera. El hombre les insulta. Detienen el coche, bajan y se dirigen hacia él. Le pegan. El hombre cae al suelo, le siguen pegando, incluso con el paraguas arrancado a las manos de su espantada esposa, que resulta roto. El hombre muere poco después en el hospital de un ataque cardiaco. Ninguno de estos cuatro muchachos habría sido capaz en solitario de esta cobardía; los cuatro juntos, sí. Es el efecto gang, tan sumamente peligroso como puede verse. En ningún momento del sistema educativo se les previno contra él.

En el tramo de la calle Cartagena de Madrid entre las calles Clara del Rey y la Avenida de América, un motorista atropella a un peatón que atraviesa indebidamente. El atropellado tras una violenta pirueta cae al suelo y queda en postura fetal. Diferentes peatones invaden la calzada, detienen la circulación y se disponen a hacer algo. Una ATS testigo también del atropello les grita: ¡No lo toquen! Avisemos a la Clínica de aquella esquina. No la escuchan. Levantan al atropellado por los hombros y las piernas y lo están llevando a sacudidas hacia la clínica cercana. Ingresa cadáver. En ningún momento del sistema educativo se enseñaban Primeros Auxilios.

Etc., etc.

La creatividad es previa a la innovación, ésta a la investigación y ésta a la práctica

Uno de los ejercicios que propuse en mi seminario de Creatividad (que se reunía en lo que hoy es el Salón de Grados de la Facultad, con alumnos de cuarto curso de Ciencias de la Información de la cátedra del Dr. Luis Solano),  fue la generación de una lista de cuestiones, sin duda «interesantes» para la formación humana, que no habían encontrado lugar en ningún momento de todo lo que hemos dado en llamar «Sistema Educativo», minuciosamente reglamentado, de la guardería al master o el doctorado. Es cierto que ahora se contempla alguna de ellas en la forma llamada «transversal» de acercamiento a la realidad. Es posible, sin embargo, que pudieran ser agrupadas en nuevas y potentes asignaturas, la mayoría de las cuales parece que debería formar parte de lo que se llama educación «gratuita» u «obligatoria»; es decir, ahora más de diez años cruciales y cautivos, utilizando un término de técnica publicitaria. ¿Más asignaturas? Éstas no ocuparían todo un curso (aunque quizá debieran insistirse en más de uno) y seguramente con mayor derecho y necesidad social que otras materias. Algunas serían impartidas por equipos volantes, dada su naturaleza especial o práctica.


Por otra parte, periodos como el aprendizaje a conducir automóviles, o los de recuperación o garantía social, son oportunidades magníficas que podrían ser excelentemente aprovechadas.

 

IDEAS, o en el lenguaje Circunstancia.net, colaboraciones.

Agrupadas para una más fácil lectura (aunque algunas probablemente debieran estar en más de un capítulo) pero sin ordenar demasiado, para no jugar, también nosotros, a los «planes de estudios»:

Primera parte. En relación con la misma Enseñanza:

-La técnica delaprendizaje y el estudio. La organización casera del estudio, el orden, etc.

Se siguen anunciando cursos “de fin de semana” o para “aprovechar parte de las vacaciones”, de institutos privados que enseñan técnicas de estudio en forma condensada y exterior al sistema educativo Lo que cuanto más se piensa más absurdo parece, y recuerda la época de la censura, cuando el quiosquero “de cabecera” te vendía los periódicos y además te comunicaba oralmente las noticias no publicadas, que le llegaban desde las redacciones a través de los capataces de distribución. A pesar de la exhortación de la Unesco para aprender a aprender, seguimos en la escuela carolingia, sólo que ahora el Dóminus es el estado.

-El sentido del estudio, para la acción y la transformación personal.

-A pensar. La evocación de alternativas, la evaluación, incluso el pensamiento crítico.

-A observar, en general. Las técnicas de “darse cuenta”. La correcta atención, relacional, base de la llamada «buena memoria»; la ordenada subconcienciación, que produce las oportunas asociaciones de las ideas y nociones adquiridas,

-La prevención de la deseducación que producen algunos programas televisivos, algunos «amigos», etc. No es socialmente obligatorio decir groserías, fumar, tomar bebidas alcohólicas.

-La lectura muy, pero que muy, fluida e incluso, más adelante, la lectura rca (relajada / concentrada / acelerada). La lectura “no es negociable”: durante toda la vida tendrán que leer las instrucciones de los medicamentos, de los aparatos. Estudiar es muy penoso y se abandona si no se lee con suma facilidad. La responsabilidad de los maestros (perdón, de los profesores de no sé qué siglas) es tremenda en este capítulo así como la de los inspectores de enseñanza (¿siguen existiendo y actuando con la debida frecuencia y perspicacia?).

-La asimilación correcta de la enseñanza.de la experiencia.

-Los programas informáticos genéricos: proceso de textos, bases de datos, hojas de cálculo, etc., el ordenador. Como parte del proceso cerebral de los humanos de hoy.

-La prevención del efecto gang (3 ó 4, por ejemplo, cometen fechorías que 1 + 1 + 1 + 1 nunca concebirían). “Los psicólogos intervendrán en el caso de un niño torturado por otros en Valencia”, dicen los periódicos, o “Tres adolescentes queman viva a una indigente”, o tantos casos. Decía Ortega que no sabemos lo que nos pasa y eso es lo que nos pasa. Se trata de aprender «lo que nos pasa» en ocasiones, para evitar sus consecuencias. Esta enseñanza ha de servir, como todas, para toda nuestra vida. Véase lo que ocurrió con el «piquete» antiabortista que mató al médico David Gunn, etc. Los piquetes…

-La causa de los síndromes de abstinencia. La rápida inhibición de la producción interna de endorfinas, prácticamente desde la «primera vez» (inmediata y casi irreversible en la heroína); lo que debe sustraer del esquema de “ensayo y error”, por el que se lleva a cabo el aprendizaje espontaneo de la vida, el «probar» las drogas, del mismo modo que se excluye de este esquema del “a ver qué pasa” el dispararse un tiro en la sien, arrojarse de un quinto piso o partir la cabeza a otro con un hacha. Esta lección debe ilustrarse con documentales de animación sobre la producción y la inhibición de las endorfinas, los efectos de esta inhibición en el sistema homeostático (que explica los fríos y temblores del «mono»). El ministro del Interior debiera presionar al de Educación para que este punto y el referente al efecto gang, etc., fueran parte dramática del aprendizaje de la vida.

-El ensayo y error, su técnica y, como hemos visto, límites.

-Las claves para diferentes idiomas, los más cercanos; formas del plural (por qué no debe decirse “espaguetis” ni paparazis”, por ejemplo), declinaciones, veinte palabras más diferentes, los “falsos amigos”…

-La educación paralela como tal (teatro, cine, TV, exposiciones, lecturas); cómo incorporarlos a la propia formación.

-La formación continuada. El hecho de que ha de durar toda la vida y el goce de esta realidad, puesto que no se deja de ser joven y de «crecer»  hasta que se deja de estudiar y aprender conscientemente (Konrad Lorentz, concepto de neotenia),

Siga usted, por favor. Escriba a [email protected]

Y continuaremos con:

Segunda parte. En relación con la felicidad propia y la de los demás.

Tercera parte. En relación con unas mejores relaciones personales.

Cuarta parte. En relación con la salud.

Quinta parte. En relación con la vida “práctica” y laboral.

Sexta parte. En relación con la Sociedad.

Séptima parte. En relación con el éxito personal y común.

 

JP

 

Primera Página

 

 

Trabajemos ya con esta primera parte. Tenga en cuenta que las otras serán alternadas con otros temas, incluidos los sugeridos o iniciados por usted.