Director:
Julián Plana

Colaboradores:
Véase Página de Firmas

Producción:
Tarsis.net
La originalidad y la intención de Ortega no están en la primera parte de la frase, la anterior a la coma, sino en la posterior a esa coma.
De hecho, yo soy yo y mi circunstancia, que es una referencia al Ideen de Husserl, publicado meses antes (Ich bin ich und meine Umwelt), puede ser una sentencia disculpatoria: yo soy yo pero, claro, está también mi circunstancia...
Sin embargo, la frase completa de nuestro pensador nos obliga a la acción y nos hace responsables del resultado.
La circunstancia cotidiana


Civismo, asignatura pendiente

 

Salgo de una consulta en el Hospital Madrid, de Torrelodones, cuando leo unos avisos colocados en la verja metálica que separa el hospital de un Colegio. Los carteles piden “Esto es un colegio, por favor no tiren colillas al patio donde juegan los niños” ¡La leche en verso, la sublimación del incivismo! ¿Habrá cerdos capaces de echar colillas y seguramente otros objetos a ese patio? Sí, puesto que los avisos están para evitarlo.

Siempre he pensado que el civismo con sangre entra. No creo que los españoles seamos distintos de los suizos o de los singapurenses, o mejor dicho que no podamos ser, en lo relativo al civismo, como ellos. Sólo nos hace falta que nos den algunas collejas, a niños, adolescentes, maduros, padres, abuelos y maestros. Porque a aquéllos hace años que se las dieron hasta tomar conciencia de lo que significa respetar al prójimo, los bienes públicos, etc.

Collejas simbólicas, es decir multas. Soltar pasta por no haber recogido la caca del perro o haber quemado un contenedor es sumamente educativo. Y si al multado se le hiciera una ficha, y el próximo acto incívico duplicara la multa, y sucesivamente, mejor que mejor.

Reconozco que hemos mejorado. De hecho, las papeleras callejeras se llenan, y lo arrojado en ellas no está en el suelo. Y veo a dueños/as de perros recogiendo las deposiciones de sus mascotas.

Pero, por favor, no arrojen colillas al patio de los colegiales. Aunque si ya han cumplido los 13 años, es posible que las confundieran con los restos de los cigarrillos que algunos habrán ya fumado de tapadillo.

 

Fábrico (Francisco Daunis, vea aquí por qué firma así en circunstancia.net)

 

Primera Página

 

 

LIBROS ESPECIALES

 

EL COLAPSO DE OCCIDENTE

 

Hace unos días nos preguntábamos, uno de los autores de este libro y el de estas líneas, cuándo —y si— dejará alguna vez de ser actual este libro, un auténtico manual de historia, de economía y de crisiología (o como se quiera llamar al necesario tratado sobre las crisis, esas plagas que de vez en cuando se abaten sobre la humanidad).

Y no sólo ya sobre un país o una región de países. En el mundo de hoy toda crisis es sistémica. ¿O cree alguien que ésta que ahora pasamos, y nos pasa, no causa efectos en los países aún predominantemente manufacturadores, China, Taiwán o Corea del Sur; o en los países emigrantes, en Iberoamérica o en África entera?

Hay que insistir en que, para empezar, la idea básica de este nuevo tipo de digesto es sumamente original: aplicar al análisis de las situaciones una iluminación cruzada, la de la historia general y la de la crítica económica. Y, además, por si fuera poco, la de un cañón luminoso accidental, ya que sus páginas están salpicadas de breves crónicas sobre puntos concretos; de dos tipos: unas aclaratorias (siguiendo con la analogía de las luces) y otras complementarias. Sólo por esa característica sería este libro digno de estudio.

Ahora bien: siendo uno de los libros, y repito, más luminosos de los que están apareciendo sobre la y las crisis, resulta también uno de los más pesimistas, en términos de posibilidades y músculo actuales de Occidente para superarlas.

Afortunadamente, la claridad de conocimiento hace capaces de todo a los humanos y es así como este valioso compendio puede ayudar en estos momentos.  Es como si sus autores nos dijeran: no os hagáis ilusiones, porque sólo abandonando las ilusiones (en el sentido estricto de la expresión), sean estas mentales, sociales, políticas, históricas, lo que aún llamamos económicas, etc.; sólo ateniéndonos a la realidad, pero a la realidad completa, situada, podemos pensar y elegir nuevos caminos.

La Historia es, efectivamente, como escribió Cicerón en De Oratore: vero testis temporum, lux veritatis, vita memoriae, magistra vitae, nuntia vetustatis… La Historia es en verdad el testimonio de los tiempos, la luz de la verdad, la vida de la memoria, la maestra de la vida, el mensajero de la antigüedad…

La Economía es la administración de la casa, en tiempo real a la vez que en tiempo general.

Y el Futuro, más allá del colapso, será consecuencia del conocimiento y, como este libro, de un nuevo Método.

 

JP

 

El colapso de Occidente. La crisis ante la Historia

Autores: José Ignacio Ruiz Rodríguez y Francisco Mochón. Prólogo de Eduardo Serra.

Ediciones del Serbal
Pídalo por su ISBN: 9788476286517

 

Primera página